La foto la hice en el Palacio Garnier (la Ópera de París) este verano, pero siempre que la veo me recuerda a estas fechas, ¿será por los tonos dorados, porque me recuerdan a las uvas? No lo sé.
Este encargo estaba preparado para lucir en una boda, aunque por capricho del destino o por mala pata (nunca mejor dicho) ha tenido que esperar hasta ahora.
Es un conjunto de collar y pulsera de arcilla polimérica, con pan de plata y tintas. El efecto es precioso y los colores quedan muy vivos, ¡pero todavía no consigo que mi cámara de fotos capte lo mismo que ven mis ojos!