¡Ya falta poco para San Valentín! Tan deseado por unos como
odiado por otros… pero siempre hace que febrero sea un mes de color rosa. No
hace falta más que ver los escaparates.
Yo creo que San Valentín debería ser todos los días, o por lo menos cualquier día. Prefiero los
pequeños detalles diarios a los grandes regalos una vez al año.
Os propongo una serie de regalos detalles bien para sorprender el día 14 o
mejor aún, para el día menos pensado.
EMPEZAMOS:
¿Un mensaje camuflado o un reconocimiento médico?
Encontrarse en el libro que tienes a medias estos
marcapáginas...
¿Y si probamos con un clásico? Por ejemplo… postales hechas
a mano, ¡en 3D!
A nadie le amarga un dulce…
Un café hecho con mucho cariño...
Como ya os conté en su día, soy té-adicta, y tengo
la suerte de compartir esta afición con mi chico. ¿Qué tal compartir ese
momento con estas galletas?
Quizá
sepan mejor si acompañan a un té fabricado en casa, como enseñan en
Flytape
Y mis favoritos: los más simples pero una forma segura de
acertar: ¡un cuaderno con cupones!
A mí se me ocurren un millón de formas para canjearlos: 10 minutos de mimitos… masaje después de entrenar… peli en el sofá…
cenita y, quién sabe si algo más… La imaginación está para usarla.
Si buscáis algo que no sea perfume, joyas o peluches os
invito a que probéis alguna de las ideas. ¿Se os ocurre algo más?
Hola! Soy Irene de Makeyourinfluencepositive.blogspot.com, muchas gracias por tu mensajito, me hace mucha ilusión ver que hay gente a la que le gusta mi blog y de paso conozco nuevos blogs para visitar yo también ;)
ResponderEliminarUn besote.