La semana pasada perdí la funda del móvil cuando iba andando y hablando por la calle. Me dio pena, pero sólo 10 minutos. Si la he perdido y no sé dónde está, ¿qué más puedo hacer? ¿preocuparme? ¿estar triste? No.
Decidí que podía hacerme otra a medida. Con telas bonitas, sin imanes y con el cierre bien grande para no perder los auriculares en el bolso.
¡Si pierdo ésta funda seguro que el disgusto me dura algo más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario