miércoles, 24 de febrero de 2010

Hoy, martes


Odio los martes. Son para mí como los lunes para el resto del mundo, el peor día de la semana. Levantarme a las 5 de la mañana, que todavía no han puesto las calles, para entrar a clase a las 8:30 no hace que me levante con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque debería dar gracias por no tener ya clase a la tarde, gracias a lo cual puedo comer en casa, pero ya arrastro el cansancio hasta que vuelvo a la cama. 

Sin embargo, los martes también es el día que puedo pasear por Donosti mientras hago tiempo para coger el autobús de vuelta a Vitoria. En algunos de estos paseos fugaces he descubierto pequeñas tiendas que son una delicia. Entre mis favoritas están Pas si simple, tienda de moda que ha estrenado página web; Diagonal, una tienda de complementos y moda, con colecciones de nuevos diseñadores...Y como guinda, A tu bola, una tienda que pasa desapercibido en las calles del ensanche donostiarra, pero que si logra captar tu atención te lleva al País de las Maravillas. A pesar del reducido tamaño de la tienda, ofrece un gran catálogo en abalorios, fornituras, cadenas, fieltro... vamos, que a mí se me salen los ojos cada vez que entro. Además, una de las paredes laterales tienen un montonal de collares, anillos, broches y alfileres hechos por las chicas de la tienda. Un lujo para la vista y las aficionadas a la bisutería hecha a mano.

Hoy a la noche he ido al gimnasio. He hecho bici hasta que me han ardido las piernas y me he quedado casi sola en la sala, y cuando he salido el cuerpo me ha pedido a gritos un paseo tranquilo de vuelta a casa. Hoy martes he visto Vitoria en tres momentos: cuando el Sol todavía no se había lavado la cara, al mediodía cuando la ciudad es un caos, y por la noche, cuando Vitoria es un escaparate de luces. Luces que se mueven, luces que parpadean, luces que te miran desde lo alto mientras en mi mp3 suena la canción  Clubbed to death, de Rob D.

Quizá el martes no sea tan mal día. Quizá ningún día de la semana sea malo. Quizá el secreto sea hacer que un pequeño detalle, por mínimo que sea, haga de cualquier día un gran día.


1 comentario:

  1. Hay Lore k duros parecen tus martes, ni que ver con los mios k duermo hasta que el olor de la comida entra por mi puerta y los gritos de mi madre me despiertan para comer. Aunque bueno ya a las tardes cuando voy al super curro ay ya voy mas activo...y que razon tienes cuando pones que con detalles, aunk sean pekeños, los dias son mejores. Porque no solo los dias sino la propia vida es mejor con esos pequeños detalles, detalles que te hacen ver que el mundo es un poco mejor....

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